Lucas 5:28
“Y dejándolo todo, le siguió.” Lucas 5:28
Pensamiento clave: Cuando Jesús llama, no pide añadidos a la agenda. Pide el centro. Dejarlo todo no siempre significa renunciar al trabajo o a la familia. Significa reordenar el corazón para que Cristo ocupe el primer lugar y todo lo demás encuentre su sitio bajo Su cuidado.
Reflexión: Leví estaba sentado en su mesa de cobros, ocupado, productivo y, quizá, cómodo. Jesús lo miró y lo llamó. En un instante, Leví discernió que el valor de Aquel que le invitaba superaba el valor de lo que estaba dejando. Así funciona la gracia. No es que despreciemos lo que tenemos, es que descubrimos un Tesoro mayor. Cuando Jesús es primero, las prioridades se aclaran, la ansiedad disminuye y la obediencia se hace posible. Dios no abandona a quien le entrega el control. Él sabe lo que necesitas y sabe cómo suplirlo en el tiempo correcto.
Para examinar el corazón hoy:
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¿Cuál es mi “mesa de cobros”? Nombra aquello que está compitiendo por el primer lugar.
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¿Qué decisión práctica puedo tomar para poner a Jesús al centro? Puede ser ajustar mi agenda, mi presupuesto o mis afectos.
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¿Creo de verdad que Dios cuidará de mí si le obedezco? Pídele ayuda para confiar.
Paso de fe: Haz una entrega concreta. Llama a quien debes perdonar, agenda un tiempo diario con la Palabra, ordena tus finanzas con generosidad, apaga lo que distrae. Un acto hoy que refleje que Jesús es primero.
Promesa para el camino: Cuando buscamos primero el Reino, el Padre añade lo necesario. Su provisión no siempre llega como esperamos, pero siempre llega a tiempo.
"Dejarlo todo es dejar que Cristo lo ordene todo. Donde Él reina, nada falta."
— Daniel Marte, PhD. Tweet ThisOración:
Señor Jesús, hoy te entrego mi agenda, mis temores y mis planes. Quiero seguirte con un corazón indiviso. Reordena mis prioridades, fortalece mi fe y enséñame a confiar en tu cuidado paternal. Amén.