Romanos 12:21
“No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.”
Pensamiento clave
El mal se alimenta cuando lo imitamos. El bien lo desarma cuando lo encarnamos.
Reflexión
Responder mal por mal parece “justo”, pero nos ata al ciclo de la ofensa. Cristo venció no devolviendo golpe por golpe, sino entregándose al Padre y haciendo el bien incluso a quienes le herían. Hacer el bien no es ser ingenuo, es elegir el camino más fuerte: obedecer a Dios por encima de mis impulsos.
Aplicación práctica
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Revisa tu corazón. ¿Qué situación te está tentando a pagar con la misma moneda?
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Elige un bien concreto. Ora por esa persona, escribe un mensaje de bendición, sirve una necesidad, o guarda silencio en vez de herir con palabras.
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Pon límites sabios. Vencer con el bien no significa permitir abusos. Se puede decir “no” con respeto y seguir haciendo lo correcto.
Promesa para el camino
Cuando siembras bien en terreno difícil, Dios se encarga de la cosecha en su tiempo.
Oración Señor, guarda mi corazón para no imitar el mal. Dame la valentía de responder con bien, la sabiduría para poner límites sanos y la fe para confiar en tu justicia. Que tu amor sea mi victoria hoy. Amén.


